Por Lingoda Team
Actualizado el October 9, 2024
El español y el francés son dos de las lenguas más populares en el mundo: el primero se habla en lugares como España, México y Argentina, y el segundo disfruta del estatus de oficial en países como Francia, Canadá y Bélgica. Las estimaciones apuntan que el español es hablado por 570 millones de personas en total, mientras que el francés lo hablan unos 220 millones. Además de ser dos de los idiomas más ampliamente hablados, el español y el francés comparten orígenes y están clasificados dentro de las lenguas romances.
Asimismo, aparte del inglés, son dos de las tres lenguas más populares que se enseñan en las escuelas de toda Europa y Estados Unidos, lo que significa que la gente se enfrenta a menudo con la necesidad de elegir entre las dos. Sin embargo, las similitudes entre ambas lenguas no queda ahí. A continuación, echamos un vistazo a algunos de los aspectos clave en que el español y el francés se consideran similares y explicaremos por qué dominar uno de ellos puede facilitarte el aprendizaje del otro.
Una de las similitudes más importantes entre el español y el francés se centra en los orígenes de ambos idiomas. De hecho, ambas lenguas descienden del latín vulgar, conocido algunas veces como latín coloquial, que era la forma en que las clases bajas del imperio romano hablaban latín, incluidos los mercaderes y los soldados.
Cuando el imperio romano se derrumbó, empezaron a emerger numerosas variaciones del latín y estas variantes dependían de las áreas locales. Tanto el español como el francés emergieron como lenguas distintivas entre los siglos sexto y noveno y ambas se extendieron a otras partes del mundo a través del colonialismo francés, belga y español.
Aunque puede parecer un punto obvio, una de las similitudes clave entre el español y el francés es el hecho de que ambas lenguas comparten las mismas 26 letras básicas del alfabeto latino. Esta es una similitud significativa, pues significa que los dos idiomas comparten el mismo sistema básico de escritura, lo que hace que escribir sea fácil de aprender.
Aunque las letras del alfabeto se usan para crear diferentes palabras y sonidos, la transición de escribir en español a escribir en francés, y viceversa, es mucho más simple que con muchos otros idiomas. Por ejemplo, un hablante de francés que aprende mandarín o árabe necesitaría aprender un nuevo sistema de escritura por completo.
Dentro del campo de la lingüística, la similitud léxica se refiere a la similitud de palabras entre las dos lenguas. Se calcula comparando una lista estandarizada de palabras de las dos lenguas en cuestión y contando el número de veces que hay términos similares tanto en la forma como en el significado.
La similitud léxica se expresa en porcentaje, donde una puntuación superior o igual al 85 por ciento generalmente indica una relación extremadamente próxima, como sucedería con dos lenguas hermanas o variaciones dialectales. Por ejemplo, se dice que el español y el catalán tienen un 85 por ciento de similitud léxica, mientras que el español y el portugués presenta un 89 por ciento.
Cuando se compara de esta forma el español y el francés, se dice que existe una similitud léxica del 75 por ciento. Un ejemplo para demostrar la similitud de palabras entre los dos idiomas es la palabra “país”. En español, “país”, y en francés, “pays”.
No obstante, cabe señalar que la similitud léxica no implica necesariamente una mutua inteligibilidad, o la capacidad real de entender a alguien que habla el otro idioma. De hecho, los estudios sugieren que, a pesar de la alta similitud léxica, la media de hablantes de español a los que les cuesta entender francés es más de lo que cabría decir, al contrario de una persona francófona.
Otra similitud importante que puede observarse entre el español y el francés es el número de características gramaticales compartidas. A un nivel básico, esto puede observarse en cosas como la estructura oracional, pero ambos idiomas poseen también las siguientes características gramaticales más específicas:
Estas similitudes hacen que la transición de una lengua a otra sea mucho más fácil. Generalmente, alguien que domina bien español o bien francés encontrará relativamente simple aprender las reglas gramaticales de la otra lengua.
Finalmente, las formas escritas tanto del español como del francés incluyen marcas acentuales sobre ciertas letras, que denotan cambios en el acento. Aunque esto se asocia más comúnmente al francés, que tiene un total de cinco marcas acentuales diferentes, dos de estas marcas acentuales aparecen también en español -el acento agudo y la diéresis.
El acento agudo se ve en español en palabras como “sí” y “está”, y en francés en palabras como “éducation” y “université”. Por otra parte, la diéresis aparece en español en palabras como “pingüino” y “vergüenza”, así como en francés en palabras como “naïve” y “maïs”.
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