Por Lingoda Team
Actualizado el November 22, 2022
El uso de las tildes en español (las pequeñas líneas diagonales que aparecen sobre algunas letras) es una de las características más destacadas del español. Sin embargo, comprender cuándo y dónde utilizarlas puede parecer complicado, especialmente para los estudiantes que están empezando a aprender el idioma.
Afortunadamente, hay algunas reglas clave que rigen el uso de las tildes y las palabras acentuadas en español. Una vez que entiendes y absorbes estas reglas, este aspecto aparentemente confuso de la lengua de repente cobrará sentido y conseguirás una mayor comprensión del funcionamiento de la pronunciación.
Los acentos o tildes son signos que se colocan sobre ciertas letras en español. Se trata de una pequeña línea diagonal desde arriba a la derecha hasta abajo a la izquierda. Solo pueden aparecer sobre las cinco vocales (á, é, í, ó, ú), por lo que nunca verás una palabra española con una tilde sobre una consonante.
Los acentos escritos tienen tres funciones principales dentro del idioma. La primera es diferenciar palabras que, de otra forma, se deletrearían igual. La segunda es identificar oraciones interrogativas, mientras que la tercera función (y quizás la más importante) es ayudar a indicar qué sílaba de la palabra debe acentuarse o enfatizarse a la hora de pronunciarla.
Una sílaba acentuada puede definirse en líneas generales como una sílaba a la que se le da mayor énfasis en relación con las otras sílabas que la acompañan. En términos de pronunciación, esto puede señalarse de maneras muy diferentes, como, por ejemplo, el incremento de la longitud de la vocal, el aumento de volumen o el cambio de tono. Todas las palabras del español tienen al menos una sílaba acentuada.
Dentro del español, el acento es funcional, lo que implica que la localización de las sílabas acentuadas puede alterar el significado de las palabras cuando se habla. Por ejemplo, la palabra ‘célebre’ y ‘celebré’ tienen significados diferentes: ‘famoso’ (famous) y ‘yo celebré’ (I celebrated), respectivamente. La pronunciación se diferencia solo por la situación de la sílaba acentuada.
Respecto a las sílabas enfatizadas en español, hay que recordar dos reglas clave:
Las palabras en las que se enfatiza la penúltima sílaba se llaman paroxítonas o llanas y dentro de esta categoría entran un total del 79,5% de todas las palabras españolas. Por otro lado, las palabras donde se enfatiza la última sílaba se llaman oxítonas o agudas. Asimismo, las palabras que rompen estas dos reglas, por tener el acento en la antepenúltima sílaba, son proparoxítonas o esdrújulas.
Por ejemplo, la palabra ‘camino’ (path) termina en vocal, por lo que se enfatiza la penúltima sílaba y es paroxítona. La palabra ‘animal’ (animal) termina en una consonante distinta de ‘n’ o ‘s’, por lo que se enfatiza la última sílaba y es oxítona. Ambas palabras están dentro de las dos reglas clave explicadas anteriormente.
No obstante, la palabra ‘propósito’ (purpose) termina en vocal, pero rompe la regla, pues el énfasis recae en la antepenúltima sílaba [pro-PÓ-si-to]. Es, por tanto, proparoxítona. Aquí es donde empezamos a ver el uso de la tilde dentro del español para marcar la localización de la sílaba pronunciada con más énfasis.
Una vez que te familiarizas con estas dos reglas básicas, el uso de la tilde empieza a cobrar más sentido. Básicamente, las tildes se utilizan para indicar la posición de la sílaba enfatizada en las palabras que rompen una de las dos reglas clave mencionadas anteriormente.
Por ejemplo:
La palabra ‘exámenes’ (exams) termina en ‘s’, por lo que, según la primera regla, el énfasis debería recaer en la penúltima sílaba. En cambio, este recae en la segunda sílaba, por lo que la tilde aparece sobre la ‘a’.
La palabra ‘compró’ (buy) termina en vocal, por lo que, según la primera regla, el énfasis debería recaer en la penúltima sílaba. En cambio, este recae en la última sílaba, por lo que la tilde aparece sobre la ‘o’.
La palabra ‘débil’ (weak) termina en una consonante distinta de ‘n’ o ‘s’, por lo que, según la segunda regla, el énfasis debería estar en la última sílaba. Sin embargo, este recae en la primera sílaba, por lo que la tilde aparece sobre la ‘e’.
Ahora que entendemos por qué se colocan las tildes, empezamos a verlas como una guía útil de pronunciación en vez de verlas como un concepto extraño. Lo más importante que debemos recordar es que estos acentos solo pueden aparecer sobre las vocales y que indican la sílaba que debe enfatizarse en las palabras que rompen las dos reglas básicas explicadas anteriormente.
Como dijimos antes, un segundo uso de las tildes en español es ayudar a distinguir entre palabras que tienen significados diferentes y que, de otro modo, se deletrearían y pronunciarían de manera idéntica. Estas palabras se conocen como ‘homónimos’.
Echa un vistazo a algunos de los homónimos más comunes y observa cómo los acentos se usan para diferenciarlas:
Hay pocas reglas que rijan qué tipos de palabras llevan acento para diferenciarlas de sus homónimos, por lo que simplemente debes estudiarlas por separado. Conviene señalar que no todos los homónimos del español se distinguen uno del otro por el uso de la tilde.
Por último, las tildes también se utilizan en español para señalar partículas interrogativas. Por ejemplo, la palabra which en inglés, cuando se usa como conector, es ‘cual’ en español. Sin embargo, cuando which se utiliza como partícula interrogativa (es decir, which?), se escribe ‘¿cuál?’.
El mismo patrón puede observarse en otras partículas interrogativas, como muestran los siguientes ejemplos:
Así que, para resumir, las tildes pueden ayudar a ubicar la sílaba enfatizada dentro de las palabras, a entender qué versión del homónimo se está usando o a identificar la presencia de una interrogación. Asimismo, pueden considerarse una guía útil tanto para propósitos de pronunciación como de comprensión.